El cartel colgado en la puerta de la habitación escrito a mano en rotulador rojo anunciaba: “Malak”. Después de tanto tiempo, lo volvería a ver. Lo habían intervenido aplicándole un catéter y por eso ese día no estaba en el vacío hospital de día de aquella mañana. Beni Cilina (Núria Urioz) y la Doctora Vacuna (el nombre de mi payasa) acudieron a su encuentro, Malak era nuestro principal paciente.
Abrimos las dos puertas de la exclusa y lo primero que vi fueron sus dos pequeños pies, ya no tan pequeños desde la última vez que lo visité. Pensé: flotan tranquilos uno sobre otro, danzando redonditos. Subí la mirada y me encontré con Malak al completo, vestido con su pijama azul celeste. Con su eterna mirada, riendo.
Para mi sorpresa reconoció a la Doctora Vacuna y estuvimos rememorando momentos pasados, comentamos el video que grabamos para su cumpleaños. Nos nombró “payasas de la cabellera redonda”. Cantamos canciones del disco de Payasospital, firmamos un poster, nos chocamos con paredes, cubos de basura y mesitas de noche, la vaca lechera y la leche de arroz… ¡Uaauuu! Este pequeño es grande y “nos lleva en los corazones”. Así nos lo dijo. Es el sentimiento Malak. Gracias, gracias y de nuevo… gracias, gran Malak.
Laura Suñer (Doctora Vacuna)