Risas radioactivas

Curieterapia es un servicio que nunca visitamos, entre otras cosas porque está en el lado opuesto a los servicios que visitamos normalmente en el Hospital La Fe. Allí administran un tratamiento por rayos X único en España. Solo se hace en dos hospitales más. Tras algunas llamadas para ver en qué momento podíamos ir, nos dicen que acudamos para visitar a Josefina, de 7 años. La niña está recibiendo un nivel de radiación importante, por lo que debe estar sola durante todo el día. Aburrida como una ostra. Viene de Málaga. Sus padres no pueden estar con ella.

Desde el control de enfermería vemos el monitor que muestra cada uno de los boxes y se le oye hablar en alto porque está jugando encima de la cama: charrando como una cotorra. Claudio, el enfermero, se equipa bien protegido para entrar a su box y le pregunta si quiere vernos…. ¡Siiiiiiiiii…!, es la contestación. La hace ponerse en pie y colocarse tras un paraban que nos protege a los humanos que estamos fuera de su box.

En un principio, se suponía que la veríamos tras un cristal, pero resulta que no hay cristal. La puerta está abierta y ella asoma su cabecita por un lado del panel. Nos situamos a cinco metros de este. Somos la expectación de todo el equipo sanitario presente y ella está súper contenta. Le encanta la magia y nos hace el número de desaparición de su pulgar. Es súper resalá y graciosa. La cosa está animadísima. Le cantamos “Gótica”. Ella quiere bailar más y se pone a enseñarnos el baile de “mueve tu cosita”. Entonces yo pregunto: ¿Esta niña puede salirse del panel?

– ¡¡Noooooo!! ¡¡Ponte detrás!! Le dicen.

“Mare meua”, yo estaba sintiendo ya cosas raras desde el cuello hasta las ingles.

Luego nos dijeron que estábamos bien ubicados… sugestión absoluta.

Me encantó ir, pero es arriesgado y está muy lejos de nuestros servicios. No obstante, valió la pena el esfuerzo por la niña.

Marilo Tamarit (Doctora Zirujuana)